La sal rosa del Himalaya es considerada una de las más puras que existen. Se aprecia por su contenido en minerales: calcio, potasio, magnesio, óxido de sulfuro, hierro, etc. Entre sus propiedades, regula el agua del cuerpo, previene calambres musculares, es un potente antihistamínico, reafirma la estructura del esqueleto, equilibra el azúcar en sangre.
La sal negra del Himalaya es una sal no refinada y se caracteriza por salar menos que la rosada. Tiene un sabor sulfuroso, muy diferente al de la sal habitual, debido a su composición de compuestos de azufre y trazas de minerales cuales el cloruro de sodio, potasio y hierro. En la medicina ayurvédica se utiliza por sus habilidades curativas: ayuda a la digestión, por lo que se recomienda a personas que sufren de flatulencias, problemas digestivos, pesadez, ardor de estómago e hipertensión. También la usan los veganos por su sabor a huevo cocido.
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