Portavela de sal del Himalaya
Los portavelas de sal, al ser calentados por la vela, funciona como las lamparas de la misma línea.
Descontaminante y purificadoras del aire por el proceso de ionización de la misma que provoca.
La sal contiene casi todos los oligoelementos, en especial yodo, que enriquece el ambiente con iones negativos (los que encontramos mayoritariamente en los ambientes naturales como bosques, montañas …).
En los ambientes urbanos existe un exceso de iones positivos, lo que es perjudicial para la salud.
Las lámparas de sal emiten iones negativos tanto de día como de noche, que se pegan a los positivos (aquellos que han perdido sus moléculas de oxígeno) y los neutralizan. Además, transmite tranquilidad con su luz anaranjada y natural, favoreciendo el bienestar y la relajación.
Por eso se utilizan desde hace muchos siglos en la sabiduría del Feng Shui y también para la meditación.
Consejos:
Es importante mantenerla encendida el mayor tiempo posible, pues el calor es el responsable del proceso de ionización. Lo más recomendable sería es tener una lámpara de 1-2 kg cada 12 metros cuadrados.
Otros beneficios:
Absorbe el exceso de ondas electromagnéticas emitidas por los aparatos electrónicos como el ordenador, absorbe la humedad, neutraliza los malos olores y el humo del tabaco, ayuda a limpiar la negatividad del ambiente.
¿Porque tienen que ser de sal del Himalaya?
Hace millones de años la cordillera del Himalaya estaba cubierta por el mar, después de que las placas tectónicas de la Tierra chocaran, las montañas fueron elevándose hacia arriba, dejando una gran concentración de sal rica en oligoelementos en su superficie, que junto con otros minerales tiene ese color anaranjado tan característico.
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