La Piedra Luna pertenece al grupo de los feldespatos y se considera una variedad opalescente de ortoclasa. Su nombre hace referencia al parecido con la luna, por su resplandor.
Presenta una irisación superficial con tonos azulados y dorados llamados adularescencia. Este brillo es debido al entrecruzado de láminas de albita y de ortoclasa que contiene.
Yacimientos: India, Australia, Sri Lanka, Myanmar, Brasil, Tanzania y Estados Unidos.
Propiedades:
- Se le llama “piedra de los nuevos comienzos” y está fuertemente vinculada con la luna y la intuición.
- Tiene las mismas propiedades que la piedra luna adularia, las dos representan el equilibrio.
- Son de gran ayuda para calmar y equilibrar las emociones y fomentar un estado de paz y tranquilidad.
- Puesta sobre el plexo solar o en el centro chi, ayuda a crear equilibrio.
- También representa la naturaleza cíclica del ser humano y favorece el equilibrio emocional, mental y físico en los procesos de crecimiento interior.
- Se considera una piedra espiritual y potencia la parte Ying de las personas, que el taoísmo define como el principio femenino, el de la intuición, la receptividad y la creatividad desde la no acción.
- Está llena de energía receptiva y fomenta el equilibrio entre las energías masculina y femenina.
- También es conocida por ser beneficiosa para el ciclo reproductivo femenino, para las dolencias relacionadas con la menstruación y para equilibrar el sistema hormonal.
- Es una piedra muy reflexiva y nos recuerda que todo forma parte de un ciclo de cambios y de aquí saca su efecto más poderoso: calmar las emociones en estas fases.
- Psicológicamente, ayuda a calmar las reacciones excesivas ante cualquier situación o emoción.
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